domingo, 4 de mayo de 2008

antiguos vicios, nuevas respuestas


Dormir ya no me produce tanto placer. Comprendí que el cuerpo y el cerebro es sabio, si me despierto naturalmente a una hora determinada significa que es suficiente. Antes me apasionaban las maratónicas rutinas de descanso. Fluir y dejar fluir. Comerme las uñas me sigue resultando un vicio dificil de superar, ya ni siquiera alcanza con pintármelas. El humo tóxico quedó atrás el día que el calendario clavó mis 27. Prefiero llevarme a la boca una uña definitivamente. Sin un fín más que fluir. Sí, a veces miro el pasado con bronca, ¿lo bueno? lo miro y sigo para adelante, no me detiene, no me detengo. Fluye. Mi costado malévolo festeja el lamento de quienes, en su momento, hablaron demás. Por fín. La vida es hoy debería ser el rezo latente. Hoy, vivir es un placer, dormir es sólo un rato para soñar y mis uñas siguen siendo mi meta a superar...los desafios son más pequeños porque así los resultados son más gratificantes.

1 comentario:

toto scurraby dijo...

metala a la boca nomas si en eso constan sus deleites no repare del que diran