domingo, 11 de mayo de 2008

jodida espera

Agota esperar, mucho. A veces la espera es un entrenamiento para recibir lo bueno que vendrá. Los mejores trabajos no fueron los que primero llegaron, los mejores amigos no son los que primeros conocí y ni mi primer amor fue el amor de mi vida. El fin de semana ya terminó y auguria más espera. Falta una semana para el próximo fin de semana, faltan muchas semanas para mis próximas vacaciones, falta mucho tiempo para concretar algunos sueños, falta para encontrar mi propiedad definitiva por uno manojo de años más. Falta. La espera me desespera, me destruye las uñas, me hace bruxar y a veces me calma, me alienta a que si tanto esperé es porque algo bueno tiene que estar por venir si lo salgo a buscar. Llega. De pronto las cosas se suceden y el tiempo de espera desaparece, ya no me pregunto cuanto estuve esperando simplemente disfruto de lo que llegó. Me parece una locura genial que lo que estoy aguardando también está aguardando por mi, eso es lo fantástico del encuentro y por lo que vale la pena seguir esperando.

2 comentarios:

Natalia dijo...

Esperar... desesperar... y concluir en el presente como forma de vida. Eso es, y todo llega. No me cabe ninguna duda.

teadoro

diego dijo...

esperar y desesperar, justo un tema que algo me interesa, creo!!! des-espera ¿por qué me suena tanto? ajaja.
todo llegaaaaaaaaa caro, siempre lo digo, o no naty?
besos a las dos.
d
diego.